Nuestro
“paso a paso”
Primera etapa:
Leemos para escribir y para volver a leer. Organizamos la idea, nos
familiarizamos con nuestros recursos y herramientas de trabajo: las redes
sociales.
El curso (aquel
primer año 2013 y hoy este tercero 2015) cuenta con un Grupo Secreto de
Facebook que utilizamos en la escuela desde primero a quinto año de cada
promoción. El Grupo está formado por alumnos, docentes de distintas áreas,
directivos y preceptores y posibilita organizar el trabajo; publicar archivos y
eventos; compartir fotografías, videos y también dudas y soluciones. Luego de
discutir opciones de Sitios en internet en donde se puede realizar la escritura
colaborativa, constatamos que la manera más segura y práctica de trabajar era
nuestro Grupo.
Ya teníamos nuestro
espacio y veníamos trabajando con la lectura de Novelas de diversos géneros y
sus características, ahora debíamos decidir qué y cómo escribir. Pero antes
recordamos cómo era una novela. Los alumnos buscaron en biblioteca títulos de
las novelas qué más habían disfrutado leer. Compartimos en clase algunos
capítulos y recordamos el motivo de esas preferencias. Descubrimos qué era lo
bueno y lo malo en cada una y así…qué queríamos para la nuestra. Nos llevamos
libros para leer en casa. Empezaba nuestro proyecto.
Las primeras ideas
sobre la temática y el género de la novela se dieron en clase y se votaron
utilizando, en el Grupo de Facebook, la aplicación de preguntas. Luego debíamos
decidir los turnos y plazos de escritura. A partir de la lista de alumnos,
sorteamos esos turnos y decidimos que dos veces por semana se publicarían
capítulos. Ya podíamos empezar pero…qué pasaba con la redacción de esos
capítulos. ¿Quién corregiría? Y esta vez no solo corregiría la profesora…
Segunda Etapa:
A escribir se aprende leyendo, escribiendo, reescribiendo, compartiendo lo
escrito, releyendo…etc.
Organizamos también
los turnos de lectura y corrección: Un alumno escribía y publicaba su capítulo.
Todos leíamos ese capítulo en clase. Aplaudíamos cada historia y sugeríamos
agregados, posibles correcciones y nuevos caminos para seguir. Luego, un alumno
en un plazo de días debía corregir y volver a publicar. Finalmente la profesora
daría una nota de escritura para un alumno y de corrección para otro. Muchas
notas más para todo el curso mientras leían, interpretaban, reflexionaban sobre
si era correcto un narrador u otro o sobre cambiar un tiempo verbal, compartían,
y vivenciaban la lectura y la escritura como muy pocas veces antes.
La Red Social elegida
funciona como espacio libre (es un Grupo Secreto y solo sus miembros podemos publicar
y leer lo publicado) y colaborativo. Todo está ahí: nuestras ideas iniciales;
muchos archivos; las búsquedas en internet con detalles para nuestros
personajes y sus escenarios… y el archivo general con los capítulos definitivos
(escritos, leídos, releídos, criticados, corregidos, reescritos y releídos)
Utilizamos todo su
potencial y recurrimos a material de otros sitios de internet y aplicaciones
que permitía mayor nivel de aprendizaje y colaboración. Mientras leíamos y
trabajábamos novelas clásicas y modernas buscando modelos y mejores caminos
para la nuestra. Todavía nos faltaba…
Tercera etapa:
una invitada
Mientras seguíamos
con nuestro proyecto invitamos al aula a una joven escritora local, Juliana
Mandolesi, poetiza, cuentista y exalumna de la escuela. La excusa era hablar de
su escritura pero queríamos contarle que nosotros también nos habíamos iniciado
en “su vicio”: leer y escribir.
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